Neon

Luz Neón  

 

Tópicos de la salud mental en Querétaro 

 

                                                        Dedicado al Mtro. Evaristo Martínez, y a la  

                                                        Mtra. Maribel Feregrino 

        

 

La psicología es una disciplina académica y terapéutica que sigue rodeada de temores y prejuicios por grandes sectores de la sociedad. A pesar de la modernidad y los avances científicos, así como su práctica que ha demostrado resultados positivos sigue siendo tomada con reservas, y poco aceptada entre la población. La psiquiatría es otra de las ramas de la medicina que sufre de estas mismas reservas. Y tanto como la psicología tienen detrás una serie de leyendas negras ocasionadas por una literatura amarillista y películas que han alimentado el morbo, más que ilustrar el estado de la cuestión de la medicina del tratamiento del cerebro y de la mente.

La salud mental en su conjunto no es tomada con seriedad que requiere, no solo por la población sino por los gobernantes en turno. Quienes, al omitir presupuesto, programas de atención y proyectos en beneficio de la sociedad, muestran falta de tacto y sensibilidad respecto a las políticas públicas sobre la salud mental.   

Debemos reconocer cierto avance en este campo, cuando vemos varios consultorios de terapia psicológica ofreciendo sus servicios a las personas que requieren terapias individuales o de pareja. La contratación de especialistas y profesionales en algunas dependencias gubernamentales, incluso en áreas laborales de algunas empresas privadas. Es sabido de la existencia de los famosos “anexos” para “desintoxicar” a quienes han caído en la dependencia de psicotrópicos, algunos centros más oscuros para “reconversión” de géneros sexuales.  

La vida moderna y la experiencia de la pandemia del Covid19 descubrió otras áreas con falta de atención: depresión, tendencias suicidas, angustia, ansiedad y algunas manifestaciones sociopatológicas, así como ayuda a víctimas de violencia familiar, de género, ludopatías y dependencia a las pantallas y aparatos de uso de algoritmos es otra gama de campos que deben ser atendidos. La pandemia ha dejado su huella en niños y jóvenes en el aspecto escolar y del rendimiento académico por la prolongada exposición a las pantallas y al aislamiento al que fueron sujetos en ese periodo de confinamiento en sus casas.  

En este escenario quisiera destacar a un sector de la población que no ha sido visibilizado con la suficiente fuerza ni recursos materiales ni económicos por parte del estado. Una población que queda rezagada entre los rezagados. Una población con características de salud mental excepcionales: el autismo y quienes poseen capacidades y habilidades mentales diferentes. 

Recientemente la BBC publicó un artículo sobre niños que tienen altas capacidades y habilidades intelectuales, pero a la vez tienen una dificultad no común para interactuar con las personas de su entorno, pero desafortunadamente pueden ser quienes estén dedicadas a su educación y formación académica, así como una socialización que le permita integrarse de forma dinámica a los distintos grupos sociales y culturales a quienes se les denomina como “doblemente excepcionales”.  En una de las últimas décadas del Siglo XX, parece lejano ese tiempo, pero es vigente el escenario, tuve la oportunidad de participar como psicólogo en el área correspondiente en un CAPEP, un Centro de Atención Psicopedagógica de Educación Preescolar.

Este Centro se encontraba bajo la dirección de Tita Díaz, y entre otras excelentes profesionistas con especialidades atendían a niños con problemas de aprendizaje, pequeños niños que sobresalían con hiper e hipoactividad y algunos otras capacidades diferentes y otros síntomas de carácter de la psicología, por lo que se complementaba en áreas de lenguaje, aprendizaje y estimulación, se le asignaba esa atención como estimulación temprana para su nivelación. Este Centro dependía de la USEBEQ y posteriormente desapareció como tal. Las atenciones a los niños se derivaron y diluyeron en otras dependencias sin un plan programático como se realizaba en el CAPEP.  

Afortunadamente existen algunos centros de atención que de forma particular ofrecen estas atenciones que requieren. Y con grandes esfuerzos se ha logrado una atención digna de resaltarse.  

 

En suma, la salud mental representa un enorme abanico de áreas que deben atenderse para el beneficio de familias y personas que deben ser tratadas con áreas y especialistas específicos, a quienes los responsables de las políticas públicas no han considerado aún como prioritarias en sus agendas. En Querétaro esta asignatura sigue pendiente.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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